A lo largo de la historia, el baño significo mucho más que el aseo personal, era todo un ritual con connotaciones religiosas, mezcladas con el placer y la ostentación. Pero no solo estaba ligado a la religión sino también a la medicina.
Los baños egipcios
se preparaban con agua y aceites o ungüentos perfumados que solo sabían
preparar los sacerdotes, ya que se creía que las recetas e ingredientes eran
transmitidos por el dios Thot. Los aceites humedecían y protegían la piel de la
sequedad y el calor del clima.
En Egipto había todo un ritual, donde las jóvenes doncellas se arrodillaban en esteras, mientras las esclavas vertían sobre sus cabezas agua perfumada con mirra, azafrán o canela. Mientras otra la cubría con aceites y luego les acercaban ramilletes de flores. La ceremonia concluía con un desfile con guirnaldas de flores como símbolo de frescura y belleza. En Egipto todas las clases sociales practicaban el ritual del baño. Los menos adinerados humedecían su piel con aceite de ricino mezclado con menta y orégano.
En Egipto había todo un ritual, donde las jóvenes doncellas se arrodillaban en esteras, mientras las esclavas vertían sobre sus cabezas agua perfumada con mirra, azafrán o canela. Mientras otra la cubría con aceites y luego les acercaban ramilletes de flores. La ceremonia concluía con un desfile con guirnaldas de flores como símbolo de frescura y belleza. En Egipto todas las clases sociales practicaban el ritual del baño. Los menos adinerados humedecían su piel con aceite de ricino mezclado con menta y orégano.
En Egipto se desconocía
el jabón por lo cual utilizaban los aceites y ungüentos compuestos de aloe,
canela, nardo, azafrán o mirra. Estos productos eran guardados en cajitas de
alabastro o marfil, las cuales eran llamadas “la casita del alma”. elparaisodelbaño.com
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